Pensar de los polos es tomar conciencia de nuestro vinculo con el cosmos. Los polos son puntos geométricos y simétricos del globo Tierra, y también son cargados de energía magnética en relación con el sistema-mundo. Los polos son conceptuales e imaginarios como el arte mismo y por eso también se relacionan con el mito de la creatividad análogo en la cosmogonía y en la creación artística.
Los polos y las zonas del Ártico y del Antártico son espacios hostiles evocando el cosmos frio deshumanizado antes del origen del mundo o del fin del mundo. Símbolos fuertes de los mitos de nacimiento y de muerte. Nos otros entonces deseamos humanizarlos a través de la conquista militar, de la exploración científica o de la intervención artística. En ese último caso de creación en un espacio vacío, blanco y sagrado como el marco de la tela o como la pantalla del museo, el artista inscribe un gesto como de pintura o de corografía, o una performance en relación con el infinito del cosmos. Es una conquista artística, una apropiación del vacío, como de un artista quien pone el pié sobre el suelo de la Luna.
Los polos y las zonas de hielo son un espacio mítico entre real y virtual, entre origen y fin, entre el vacio y el lleno, en breve un espacio de nacimiento del mundo y del ser humano. Un espacio de toma de consciencia mítica aguda, cuasi existencial.
Daré una ponencia sobre el tema en la IV Conferencia Arte y Cultura del Antártico en Buenos Aires 55-9 Septiembre 2012 organizada por Andrea Juan.